
Las estaciones vienen tan marcadas en el calendario porque son el natural reflejo de cambios que se producen en la naturaleza, en el ambiente, en el clima que muchas veces se nos torno insoportable (que hace demasiado frió...que hay demasiado calor, que el aire esta muy húmedo). Nos acostumbramos a su paso sin detenernos a mirar demasiado, solo tomamos precauciones automáticas ante las variaciones climáticas (quien no tiene una bufanda “de manda” que no se saca en casi todo el invierno). Tal vez lo mismo pasa con nuestra vidas....cambiamos de estaciones, los momentos, los sentimientos, las personas que los provocan no siempre son los mismos.....o a veces, siendo los mismos, en nuestro invierno lucen diferente que en nuestra primavera. Todo lo anterior se ve reflejado en “Primavera, verano, otoño, invierno..y primavera”, película del director Kim Ki-Duk. Trata de un niño que vive en un templo que flota en un lago, su posterior crecimiento y maduración, marcado por una serie de acontecimientos y enseñanzas, muchas provenientes de su maestro. Se divide en diferentes partes, cada una de las cuales marca una etapa en la vida del hombre y que se definen en las estaciones. Aunque mi fuerte no son esta clase de películas, debo decir que no pudo evitar cautivarme su trama y la fotografía que permanente muestra. Sin duda una buena manera de continuar esta primavera (que, inevitablemente, me esta marcando un nuevo ciclo).
1 comentario:
No he visto la peli, pero hace tiempo que quiero hacerlo por que me habían dicho que es buena.
Lo que me gusta es pensar que la vida sea cíclica y que si bien hoy podamos estar pasando por un invierno, tarde o temprano llegará nuestra primavera y verano.
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